
Los "bocetos tontos" (o "story" como el resto del mundo los llama) son, para mí, la parte mas difícil e importante del proceso creativo de una historieta.
Se trata de unos rápidos garabatos que indican cómo se distribuiran las viñetas en cada página, qué plano se utiliza en cada viñeta, el número de personajes que aparecen por plano etc...
Pero lo que, sobre todo, marcan los bocetos tontos, es el ritmo narrativo.
Ya lo he dicho en mas de una ocasión, para mí es mucho mas importante en una historieta el ritmo narrativo (storytelling) que ninguna otra cosa.
Como lector prefiero mil veces una historieta con un dibujo mediocre y un guión pueril, pero bien contado, a una historia con unos dibujos preciosos y unas ideas brillantes mal desarrolladas.
Me encanta cuando un amigo me cuenta una pequeña anécdota imprimiéndole el ritmo preciso a su narración, desvelando la información poco a poco, manteniendo el interés, y, al mismo tiempo, odio cuando un guionista trata de contar enormes epopeyas estelares de una forma aburrida y pretenciosa.
Los bocetos tontos son importantes porque marcan el ritmo de la narración y, al mismo tiempo, son lo más complicado porque siempre, siempre, intento no repetirme (lo que no quiere decir que siempre lo consiga, por supuesto)
Cuando dibujaba storyboards para cine me di cuenta del potencial narrativo que tenían esas viñetas horizontales. En "Bloody Winter" traté de aprovechar ese potencial.
Los primeros planos serían espectaculares y los planos generales muy evocadores.
El problema estaba en que, al disponer sólo cuatro viñetas por página, apenas me daba tiempo a desarrollar una historia en las 46 páginas del álbum. Lo cual me obligaba a sintetizar al máximo y a seleccionar muy detenidamente el uso que le daba a esas viñetas.
Es por eso que en "Bloody Winter" es tan importante lo que cuento como lo que dejo a la imaginación del lector.
Siento un gran respeto por el lector, y jamás lo he tomado por un imbecil al que hay que explicarle las cosas tres veces para que las entienda. Cuento con su complicidad y, después de haber leido algunas críticas que los propios lectores me han enviado, estoy seguro de no haberme equivocado.
No obstante, mi editor insiste en que las cuatro viñetas por página nos ha perjudicado gravemente en las ventas (piensa que los lectores quieren amortizar el dinero que gastan en un tebeo con el mayor número de viñetas posible, y probablemente tenga su parte de razón), por tanto, pasará mucho tiempo hasta que pueda permitirme un experimento narrativo similar a "Bloody Winter".