jueves, mayo 17, 2018

Bien está lo que bien acaba.

El pasado fin de semana ha sido realmente intenso.

La noche del viernes al sábado buscaba imágenes en mi teléfono móvil cuando descubro casualmente que alguna persona del departamento de diseño del Día del Cómic Festival (Perú) había tomado días atrás la mala decisión de utilizar la imagen que realicé en el año 2015 para ilustrar el cartel y las bases del concurso de cómics de Benimaclet alterándola y eliminando mi firma. Todo ello para utilizarla precisamente como ilustración promocional de las bases de su propio concurso de cómics.
Ilustración original realizada para el III
Concurso de Cómics de Benimaclet (Valencia)

Reconozco que debí contactar con el festival antes de hacer ninguna otra cosa pero, en ese momento estaba en la cama. No hacía mucho que acababa de leerles el cuento a mis hijos que dormían a mi lado. Así que desde el mismo teléfono móvil hice una captura de pantalla de la web del festival y la colgué en mi muro de FaceBook junto al dibujo original quejándome breve pero amargamente.

Apagué la luz pero me fue muy difícil conciliar el sueño aquella noche.

La mañana siguiente no sólo constato que mucha gente ha compartido mi post sino que, además, descubro que desde la organización del festival han contactado conmigo para tratar de solucionar las cosas de la mejor manera posible.

En pocas horas no sólo reconocen públicamente su error y mi autoría sobre mi dibujo, también retiran las imágenes modificadas y se comprometen a pagar los derechos de autor correspondientes por el uso de la obra.

El disgusto inicial no me lo quita nadie, pero reconozco de buen grado que la organización del festival se ha comportado de manera ejemplar. Asumiendo públicamente su error y un pago justo acorde al uso que hicieron de mi imagen.

Nota emitida por la organización del festival horas
después de contactar conmigo.
Ojalá todas las empresas se comportaran de la misma manera cuando se ven en una situación parecida.

Desde aquí quisiera mandar un saludo al Sr. Renato Chinchón y un agradecimiento especial a Cecilia del Valle por haber sabido llevar este asunto a buen puerto. Les deseo lo mejor a ellos y a su convención de cómics. Ojalá algún día pueda decírselo en persona.

Y también, claro, un abrazo a todas aquellas personas que me escribieron y apoyaron desde el principio, a quienes me aconsejaron (amigos, abogados, familiares etc.) y a quienes me hicieron sentir que no estaba sólo y que los derechos de autor están ahí para que los autores podamos ganarnos la vida con este magnífico trabajo.

Como suele decirse: Bien está lo que bien acaba.