martes, febrero 21, 2017

Destruyendo profesiones




La periodista Cristina Fallarás, que acaba de abandonar la dirección del Diario16, reflexiona en este audio (a partir del minuto 35) sobre "cómo se destruye el periodismo a base de aceptar unas condiciones laborales y una manera de trabajar muy poco dignas y que están convirtiendo la profesión en un desastre"
Recuerdo como se me echaron encima algunas personas, que a pesar de llamarse a si mismas "autores de cómic" no viven de esta profesión, cuando escribí este artículo, y también este otro, haciendo una reflexión parecida.

Como ella misma dice "España es un país donde siempre hay silencio en torno a los temas más peliagudos"

Qué cosas.

miércoles, febrero 15, 2017

Comic-Con Valencia. Siguen las mentiras.


La bola de nieve sigue creciendo. En Valencia Plaza publicaron ayer este artículo en el que aseguran que "Las negociaciones para que la ComicCon recale en Valencia se institucionalizan" y "La ciudad de Valencia opta a ser la sede española de la Convención Internacional de Cómics de San Diego"
Incluyen, además, algunas fotografías de la reunión que mantuvieron el alcale de Valencia Joan Ribó y la concejala de Patrimonio y Recursos Culturales Glòria Tello con representantes de Jakemate quienes, hay que insistir sobre este hecho, no tienen absolutamente nada que ver con la Comic-Con de San Diego.

Por suerte en este otro artículo titulado "El Salón del cómic que intentó tangar a Valencia" escrito por Miguel Ángel Uriondo y publicado por merca2.es aclaran las cosas.

Por favor, léanlo. Y no se dejen engañar por cantos de sirena. Ni Comic-Con de San Diego ni nada.

Tiemblo cuando me pongo a pensar en lo que puede esperarse de unos políticos a los que resulta tan fácil engañar.


Un recuerdo de mi infancia.

Para mi profesora de EGB cualquier libro era más adecuado
para hacer un trabajo de clase que este cómic.

Cuando era niño, estando en el primer ciclo de lo que llamábamos la EGB, estábamos obligados a escoger un título de la biblioteca del colegio y escribir un trabajo sobre el mismo. Descubrí, con gran alborozo, pues ya era un gran aficionado a los tebeos, que entre los libros que pusieron a nuestra disposición había un cómic. Uno sólo. Yo le pregunté a mi profesora si podía escoger ese y ella me contestó que no. Que podía llevármelo para leerlo si quería, pero que además debía elegir un libro para hacer el trabajo. Por supuesto me llevé las dos cosas.

El cómic, lo he podido deducir años después, era uno de la serie de Michel Tanguy, escrito por Charlier y dibujado por Albert Uderzo.

Si mi profesora hubiera tenido menos prejuicios, hubiera conocido el trabajo de documentación de los autores, la información que aportaban y si, en definitiva, hubiera conocido esa historieta lo suficiente como para valorarla, tal vez habría aceptado mi propuesta de escribir sobre esa obra en concreto en vez de obligarme a hacerlo sobre un libro, probablemente de una calidad mucho menor, cuyo título soy incapaz de recordar hoy.

Alguien me dijo una vez (o quizá lo leí en alguna parte) que los profesores siempre se saltan el capítulo que habla de los cómics en temario de los libros de texto porque es el único tema en el que tienen menos que decir que cualquiera de sus alumnos más pequeños.

Creo que eso es algo que merece la pena cambiar

lunes, febrero 13, 2017

Este jueves nos vemos en Albacete


El próximo jueves, 16 de febrero, estaré con mi compañero el, también, autor Juan Antonio Martínez Sarrión hablando de la cosa esta de hacer historietas. Moderados ambos por el periodista Virgilio Molina.

A partir de las 20:00 horas en el Salón de Plenos del Museo Municipal.

¡Allí nos vemos!

sábado, febrero 11, 2017

Donde dije Diego digo... ¿Cádiz?

¿Sería así la comitiva que esperaba a Jakemate a la entrada de Valencia?

Comunidad Valenciana: tierra del quiero-y-no-puedo. Donde los aeropuertos no tienen aviones, el recubrimiento de las fachadas de Calatrava se cae y los salones de cómic...no acaban de celebrarse.

Según este artículo Feria Valencia ni va acoger la Comic-Con de San Diego, ni “opta” siquiera a hacerlo.
¿El "evento más grande del mundo del cómic"?
¿En la tierra de Fallerela? ¿seguro?
 Al parecer no fue con una delegación de la Comic-Con® de San Diego con quien se han mantenido conversaciones, lo hicieron con Jakemate Eventos, una pequeña empresa con sede en Cádiz, dirigida por José María Ruiz Quintanilla, presidente además de la Asociación Cultural de Coleccionistas Españoles de Figuras y Cómics que no tiene absolutamente nada que ver con San Diego y que ha organizado eventos pequeños como el Salón del Manga de Jerez o la Comic Con Spain de Cádiz.

De modo que, ya ven, a pesar de que el alcalde de Valencia Joan Ribó tuiteó que estaban trabajando para acoger "el evento más grande del mundo del cómic" todo ha sido un bluf.

Me reitero en lo dicho en mi artículo anterior sobre el modelo de convención que a mi personalmente, como lector y creador de historietas, me interesa. Un modelo popular, cultural y artístico como el de Angouleme, el de Viñetas desde el Atlántico o el del último Salón de Cómic de Granada. De verdad, no es tan difícil.

Y de paso aprovecho para enviar el siguiente mensaje a quien pueda interesar.

Señores políticos:
Si de verdad quieren apoyar el arte y la cultura y celebrar en Valencia un evento relacionado con el mundo de la historieta no hace falta que se vayan a Cádiz, ni a San Diego, ni a la Conchinchina ni a ninguna otra parte.
Llevamos celebrándolo aquí, en esta ciudad, desde el año 2011. Se llama "Jornadas de cómic de Valencia" y lo organiza la ASOVALCOM con un limitadísimo presupuesto. Su web la tienen AQUÍ y seguro que estarán encantados de recibir una ayuda económica para mejorar las exposiciones y que, entre otras cosas, los autores invitados no tengan que pagarse la cena del último día de su bolsillo.

Dejémonos de macro-eventos y delirios de grandeza. La época de Rita, de la Fórmula 1, el Open de Golf y la visita papal ya pasó. Es tiempo de decrecer.

jueves, febrero 09, 2017

¿Valencia Comic Con? ¿quéremos un modelo cultural o una verbena?

¿Se imaginan una Feria del Libro en la que no hubiera apenas libros y los espacios destinados a las casetas de las librerías y las editoriales estuvieran ocupados, casi en su totalidad, por puestos de comida, tiendas de camisetas de "50 sombras de Grey" y muñequitos del Capitán Alatriste? ¿se imaginan que la gente, en vez de acudir a ellas para comprar libros, lo hicieran para jugar a videojuegos, asistir a actos promocionales de próximas adaptaciones cinematográficas de famosas novelas o disfrazarse de personajes populares de la literatura?

Pues esta es la deriva que, en los últimos años, parecen haber sufrido muchas ferias de cómic en nuestro país.

Y les cuento esto porque desde hace algunos días cada vez que abro la prensa local me echo a temblar. Según comentan AQUÍ, AQUÍ y AQUÍ Valencia, ciudad en la que resido actualmente, se postula como candidata a convertirse en la sede española de ComicCon San Diego. La noticia, a priori, no debería de preocuparme, si no fuera porque todo apunta a que la cosa puede llegar a ser más esperpéntica de lo que imaginaba.
Se habla de crear "zonas de juego y gincanas", de "exportar el juego de la Fallera Calavera" se especula con la posibilidad de que los valencianos se disfracen de "la Bruja Avería, Naranjito o Espinete y Don Pin Pon"

¿Puede alguien explicarme qué tiene eso que ver con la cultura o el arte?
¿Es ese el modelo de convención que queremos?

Como era de esperar el partido político que actualmente ocupa la alcaldía del Ayuntamiento (previo pacto con el PSOE y València en Comú) acude raudo para marcarse un tanto en busca del voto friki que tan buenos resultados le dió en las pasadas elecciones. ¿Recuerdan esos carteles de Compromís en los que los modelos llevaban camisetas de "Juego de Tronos" y "Padre de Familia" de los que ya hablamos por aquí?

El alcalde de Valencia, Joan Ribó,
¿a por el voto friki one more time?
 Nunca he creído que fuera necesario dignificar artística o culturalmente el medio porque, al menos para mi, tiene dignidad, arte y cultura de sobra por si mismo. Pero, desde luego, estoy en contra de que una manifestación cultural tan importante como la historieta (de la que, además, vivimos y a la que amamos apasionadamente muchos autores) se banalize progresivamente hasta convertirse en un escaparate de mamarrachos.

Les aseguro que no estoy en contra de los videojuegos, el cine, el cosplay o la comida. Soy muy jugón, me encanta el cine, sigo varias cuentas de cosplay en Instagram y, por supuesto, necesito comer. Pero creo que todo tiene su momento y, desde luego, su espacio. Si no se llamara "Comic Con" me daría igual lo que hicieran ahí dentro.

No se confundan conmigo, no busco un modelo elitista, quiero atraer al público general, pero me interesa más fomentar la lectura que la venta de ramen.
Quiero un modelo popular, cultural y artístico como el de Angouleme, el de Viñetas desde el Atlántico o el del último Salón de Cómic de Granada. Quiero que haya exposiciones de originales, charlas con autores, conferencias y sesiones de firmas. Y, llámenme loco, quiero que haya cómics.

Salon du Livre de Boulogne-Billancourt.
¿Dónde demonios está el puesto de ramen?
(Fotografía extraída de aquí)
El pasado mes de diciembre estuve invitado al Salon Du Livre Boulogne-Billancourt 2016. Éramos unos 250 autores, tanto de cómic como de libros en general. Les aseguro que no había ni una tienda de muñequitos ni un puesto de chuches. Sólo autores, obras y lectores, todo ello en un entorno cultural muy alejado del modelo de festival que propone la Comic Con.

Desde el 2011 la ASOVALCOM celebra unas modestas, pero muy dignas, jornadas de cómic en Valencia. ¿Por qué no se les dota a ellos de más presupuesto para que, por ejemplo, los autores invitados no tengan que pagarse la cena del último día de su bolsillo, en vez de fomentar un macro-festival que sólo va a beneficiar a una empresa privada?

Habrá que esperar a ver qué pasa, porque de momento no hay nada claro, pero me temo lo peor.