|
"Dex maux à dire" de Bea Lema |
Cada año pasa lo mismo. Cada vez que se anuncia la obra ganadora del Premio Nacional de cómic toca polémica.
Y, de hecho, es normal. Nunca va a llover a gusto de todos. Se trata de un premio concedido por el Ministerio (o sea, dinero público, de ese que sale de los impuestos que pagamos todos) y muchos de los que nos dedicamos a esto tenemos en mente el título (o los títulos) que pensamos que debería recibir el galardón.
Este año la obra agraciada ha sido "El cuerpo de Cristo", un cómic intimista sobre la salud mental y las relaciones entre madre e hija. No estoy seguro de si tiene tintes autobiográficos.
Parte del cómic está realizado con bordados en un estilo sencillo, casi esquemático.
El arte, como saben, es algo subjetivo. Lo que a uno le maravilla a otro le horripila. Y a mi esta obra en concreto, ya lo he comentado, no me interesa demasiado, ni estética ni argumentalmente, sobre todo en este momento de mi vida en el que son muchos los problemas que tengo y lo que busco cuando abro una historieta es pura evasión.
Esto, por cierto, no es algo que me pase sólo con "El cuerpo de Cristo" diría que el 90 % de las obras que se publican en España (12 títulos cada día según el Libro Blanco del Cómic español) tampoco me interesan lo más mínimo. De joven leía de todo pero con la edad me he vuelto más selecto.
No entro a valorar la calidad de la obra, ni soy crítico de arte ni me pagan por ello. No la critico (porque no me la ha leído).
Lo único que me he permitido, que no es lo mismo, es cuestionar en mis redes sociales si se trata de una obra premiable o no atendiendo a las propias bases del premio (que, recuerden, yo ayudé a redactar).
Ya opiné en su momento que Blacksad o Arrugas (por citar dos obras que me encantan) no deberían haber recibido el Premio Nacional por ser obras producidas en Francia. Y es que sigo pensando que un Premio Nacional debería fomentar la creación en la nación que lo otorga, no seguir perpetuando la diaspora actual y la compra de derechos al extranjero. Recuerden, sólo un 10% de los cómics que se publican en España se producen en España.
|
Viñeta de Fernando Fernández publicada en el año 1983 en el número 54 de la revista Zona 84. La fuga de talentos viene de lejos. |
La primera versión de este cómic, "O corpo de Cristo" se publicó en 2018 y fue publicada por la Diputación Provincial de Coruña. Su realización, por cierto, fue financiada (no se si en parte o en su totalidad) por una beca de Angouleme (Francia) y tenía 104 páginas.
En 2023 aparece una segunda versión de la misma historia redibujada por la autora y en la que se añaden además 80 páginas. En Francia lo publicó Sarbacane bajo el título "Dex maux à dire". Aquí lo publica Astiberri.
El debate es si una reinterpretación de una obra es o no otra obra distinta.
|
¿Reinterpretación de la obra u obra distinta? Imágenes de Bea Lema. |
Yo creo que una obra redibujada y ampliada sigue siendo la misma obra, pero otros opinan que no, que es una obra distinta.
Ahí están las dos polémicas. Una, si se trata o no de un cómic francés, y dos, si se trata de una obra del 2023 o de 2018.
En fin, cada cual puede opinar lo que quiera, no hay motivo para batirse en duelo o echar espumarajos por la boca.
En cualquier caso lo que yo opine sobre la primera cuestión importa muy poco. Ya escribí al ministerio en su momento (pueden leerlo AQUÍ) y Maria José Galvez Salvador, Directora General del Libro y Fomento de la Lectura, me respondió muy amablemente que yo no tenía razón, que lo habían hecho todo muy bien y que lo seguirían haciendo. Cosa que han cumplido.
Luego está el tema de las capturas de pantalla que alguien se dedica a hacer a mis redes sociales para enseñárselas a una persona que tengo bloqueada desde hace años y esta pueda dedicarse a criticarme en sus redes (a mi y a otros autores que no opinan como él).
Pues bien, como decía, soy una persona de verdad con problemas de verdad, y estas tonterías de instituto no me interesan lo más mínimo. De modo que, por favor, absténganse de tomarse la libertad de informarme de estas críticas. Lo que alguien que ni me conoce ni me importa opine sobre mi persona me interesa muy poco. Y si lo tengo bloqueado es para no leer sus entradas.
Absténganse también de pedirme explicaciones (sobre todo si no nos conocemos) porque yo no tengo que dar explicaciones a nadie sobre lo que me interesa o no leer.
Se me ha dicho, además, que si la obra no me interesa debería guardar silencio por respeto a la autora. Francamente, no veo por qué debería guardarme mis opiniones para mí mismo si es un tema del que está opinando todo el mundo (algunos de manera mucho menos respetuosa que como yo lo he hecho).
Invito a quienes no tengan interés en leer mis opiniones a silenciarme o bloquearme en twitter y facebook. Si no quieren perderse mis bonitos dibujos pueden seguirme en instagram, donde no opino de nada.
Y no tengo más que añadir al respecto. Quizá el año que viene haya nueva polémica (casi seguro que la habrá) y quizá me apetezca dar mi opinión sobre ella. O quizá no.