No recuerdo haber tenido un año más intenso que el pasado 2015. Un año en el que he llorado, reído, sufrido y gozado más de lo que lo he hecho nunca.
A pesar de ello debo decir que ha merecido la pena vivirlo.
Han merecido la pena los besos, la pasión, las cervezas con los amigos, las horas robadas al sueño, los retrasos en las entregas, la ruina económica y las horas de tablero.
No puedo decir que el balance sea del todo malo.
A pesar de las dificultades he sido capaz de dibujar la mitad de las páginas del segundo volumen de NSA, de ilustrar dos libros infantiles que esperan ser impresos en breve, y dibujar el storyboard de una espectacular campaña publicitaria que, por desgracia, no se verá en España (aunque linkaré aquí en cuanto me sea posible)
El volumen recopilatorio editado por Grafito "Esto Vende" que recoge algunas de mis mejores historietas autoconclusivas realizadas a lo largo de mi carrera me ha permitido mirar hacia atrás y sentirme orgulloso.
Y mis ilustraciones eróticas me abren nuevos mercados y me permiten mirar hacia el futuro con ilusión.
Al final resultó que no caí.
Sólo estaba tomando impulso.
Allá voy.
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