domingo, noviembre 20, 2011

De nuevo: ESTUVE EN MI COLEGIO ELECTORAL Y NO VOTÉ


Tal y como hice en las pasadas elecciones hoy he estado en mi colegio electoral (como pueden ver en la imágen) y no he votado.

¿Por qué no voto?
No puedo, en conciencia, perpetuar con mi voto un sistema que me parece erróneo, perjudicial para la sociedad y obsoleto.
En palabras de Moore “Es evidente que nuestra presente forma de gobierno no funciona, y no podemos seguir poniendo parches a un sistema inherentemente defectuoso. Puede que haya llegado la hora de cambiar a un nuevo modelo en lugar de continuar manteniendo en marcha un vehículo que ha llegado al final de su vida natural.”
Pero es que además no me bastan las promesas de los políticos (de ninguno).
No es que me las crea, pero, aunque las creyera, no son lo suficientemente buenas.
Esta democracia no es suficientemente buena para mí. Ya se que muchos se rasgarán las vestiduras al leer esto, después de la sangre el sudor y las lágrimas que ha costado conseguirla. Pero es la verdad. Lo digo de corazón.
No me basta con la dación en pago de la hipoteca. Quiero que todo el mundo tenga una vivienda digna gratuita.
No me basta con que se controlen los paraísos fiscales, quiero que se elimine el dinero.
No me basta con un cambio de siglas. Quiero un cambio de sistema.
A los que pensamos así se nos tilda de soñadores, utópicos, poco realistas y se nos arrincona. No merece la pena siquiera discutir con nosotros. Somos un caso perdido. Unos locos.
Se reirán de nosotros o nos mirarán con condescendencia.
No me importa. No soy como soy para agradarles a ellos. Sigo mi camino. No necesito que sea un camino muy transitado. No necesito que haya nadie más en él. Es el mío.
¿Soy un soñador? Sin duda. Mejor soñar despierto que vivir adormecido.
¿Soy utópico? Lo soy, ¿qué hay de malo en serlo? ¿acaso es peor que no serlo? ¿es mejor ser un conformista?
¿Soy poco realista? quizá ¿quién quiere ser realista cuando la realidad que nos proponen es como es?
¿Soy un loco? quizá. Pero se que no soy el único. Cuando los locos lleguemos a ser mayoría, ¿quién será el loco, entonces?
¿Imposible?
No, sólo muy difícil.
Y posible.
"En la utopía de ayer se incubó la realidad de hoy, así como en la utopía de mañana palpitarán nuevas realidades."
José Ingenieros (1877-1925)


A continuación argumentos que he tenido que aguantar una y otra vez cuando he expresado mi intención de no efectuar mi derecho al voto y algunas leyendas urbanas sobre la abstención:
1- La abstención favorece a los partidos grandes. Lo mejor es votar en blanco o hacer un voto nulo.
La abstención ni beneficia ni perjudica a nadie en concreto, ni a pequeños ni a grandes; a la hora de hacer los cálculos matemáticos para el reparto de escaños, simplemente ignoran la abstención en sus cálculos totales. En cambio, los votos en blanco sí que se suman al total de votos emitidos y esto tiene el perverso efecto de perjudicar a los partidos pequeños, ya que para poder optar al reparto de escaños los partidos necesitan haber obtenido como mínimo el 3% de los votos totales. Los votos en blanco, al sumarse a los votos totales hacen que esa barrera sea más alta y por tanto hacen aún más difícil para los partidos pequeños la obtención de un escaño, regalando esos escaños a los partidos más votados.
En cuanto al voto nulo, cuando acudes a las urnas a votar legitimas ese sistema con tu voto. Tanto da que ese voto esté en blanco, lleve un dibujito de Bob Esponja (lo que se consideraría nulo) o las siglas de un partido político.
2- La abstención favorece a la “derecha”.
Como he explicado arriba, la abstención ni beneficia ni perjudica a nadie en concreto. (por cierto, que me llama poderosamente la atención que nadie me haya dicho núnca que la abstención favorece a la izquierda)
Curiosamente todos aquellos que han tratado de convencerme de la utilidad del acto de ir a votar suelen referirse al PP cuando dice “derecha” y lo que, en realidad, me están diciendo es que para que no gobierne la derecha hay que conseguir que gobierne el PSOE ( lo que esta gente entiende como “izquierda”)
El PSOE es un partido neoliberal, represor, vendido a las élites económicas que dirigen este país, un partido defensor y ejecutor de la privatización de las empresas públicas, ejecutor del terrorismo de Estado, un partido que, a través de los antidisturbios bajo su control, ha reprimido con saña numerosas manifestaciones en el último año.
Para mi (y para mucha gente) el PSOE es la derecha, una derecha más moderna, barnizada de progre, pero nada más.
En cuanto a IU para mi han perdido su credibilidad, ya que he sido testigo de como lleva años haciéndole la cama al PSOE, ayudándole a ejecutar sus políticas derechistas a cambio de algún favor político.
3- La abstención es propia de vagos y de gente que pasa de la política
Este es el mensaje que tratan de trasmitirnos desde el poder, que el buen ciudadano es el que vota, porque ellos necesitan que les legitimemos su circo y que justifiquemos con nuestros votos sus sueldos y prebendas.
Personalmente no me abstengo por pasotismo, mi abstención es consciente y meditada. Y en cuanto a toda esa otra gente que no vota por pasotismo seguramente lo haría si supiesen que su vida, su trabajo, sus sueños o su felicidad iban a cambiar algo con su voto. El caso es que, aunque no se lo planteen de manera formal, saben que estas elecciones son un show mediático en el que poco importa el resultado, y por tanto, están tomando una decisión política al decidir no votar.
4- Si no votas no tienes derecho a quejarte luego.
En realidad debería ser al revés: el que vota, en tanto que legitima el sistema y participa de la constitución de un gobierno, no puede quejarse. Si no voto, no he participado de la legitimación de este gobierno, por lo que tengo todo el derecho a la queja. ¿No?
Encuentro muy lógico pensar que son precisamente las personas que no han votado, las personas que se hayan negado a legitimar esta falsa democracia las que están cargadas de razón para quejarse y luchar contra esos ladrones y sinvergüenzas a los que ellos ni han votado ni han dado permiso de ningún tipo para hacer lo que hacen.
5- No votar no sirve para nada.
A mi me sirve.
Me sirve exactamente para lo mismo de lo que le sirve a otras personas el ir a votar. Para expresar sus ideales a través una acción individual y más o menos meditada.
¿Sirve eso al resto de la sociedad? pues no lo se, pero que el resto de la sociedad se preocupe de sí misma, ¿no? que ya son mayorcitos. Que cada palo aguante su vela y cada cual actúe según sus criterios éticos o morales. No creo que nadie vote a uno u otro partido (o en blanco, o nulo) porque sea lo mejor para la sociedad, lo hace porque es lo mejor para él. Y el que diga lo contrario, seguramente, miente.

Información, inspiración y opiniones extraídas, copypasteadas, asimiladas y remozadas desde fuentes como:
Aquí un artículo de la escritora y periodista Rosa Villada:
Un valiente:
Un magnífico artículo de Alberto López Aroca
Y una web sobre voto no presencial:
Aunque las recomendaciones de esta última me parecen muy respetables (y hasta acertadas) personalmente no creo necesario que el hecho de no votar quede registrado de esa manera. Tampoco quiero expresar mis motivos en voz alta, no estoy allí para soltar un discurso, un lema o dar un mitin. Estoy allí porque he tomado la decisión de abstenerme movido por mis propios ideales y mi conciencia personal, ni para provocar, ni para dar lecciones de nada ni para llamar la atención. Me da igual que me tengan en cuenta o no, no necesito formar parte de ninguna estadística, lo hago porque me lo dicta la conciencia y no necesito que figure en ningún registro. Si acudo a hacerme la foto es como algo más testimonial que reivindicativo. Con ello quiero dar a entender que no me he quedado en casa viendo la tele, que no me importa levantarme del sofá e ir a donde haga falta para demostrar lo que pienso. Luego, como también hice las pasadas elecciones, pongo la foto en mi blog, mi muro, mi twitter y la acompaño de un pequeño artículo explicando mis motivos.

4 comentarios:

Fernando Blanco dijo...

Estando de acuerdo en todo lo que comentas y habiendo sido un abstencionista activo hasta hace 6 años, sin embargo he llegado a conclusiones distintas partiendo de posiciones muy similares.

Cuando los votantes del PSOE van a votar, gana esa derecha neoliberal pero "progre" a la que te refieres. Cuando esos votantes se quedan en casa gana la ultraderecha neoliberal del PP. Osea que la inmensa mayoria de los abstencionistas no son el modelo de abtencionista activo, concienciado y de izquierdas con el que me identifico, sino que son simplemente votantes de izda desencantados. Votantes que si en vez de quedarse en casa votaran a partidos como IU, al menos tendríamos una fuerza de izquierdas con fuerza en el parlamento... Una izquierda torpe, rancia y apolillada con la que a menudo no estoy de acuerdo, pero izda al fin y al cabo, con la que tengo más puntos en común que con esa masa abstencionista indetermidada en la que no debe de haber más de un 10 o 15% de abstencionistas activos como tu o como yo. Así que al final la abstención si que beneficia a las derechas, independientemente de las siglas de esas derechas...

Es por esto que ya hace 2 elecciones que deje de abstenerme. No ha cambiado mi forma de pensar pero creo que "estratégicamente" la abstención es un error y en conciencia tengo más cosas en común con un partido que creo sinceramente que aspira cambiar el sistema desde dentro, que con una masa indeterminada que en el mejor de los casos lo más que consiguen es expresar libremente su conciencia aunque la mayoría no les escuche o les confunda con vagos que no quieren ir a votar...

Saludos!

Sergio Bleda dijo...

Gracias por tu opinión Superfre, pero sigo sin creerme a los partidos que dicen pretender cambiar el sistema desde dentro.
Una vez que estén dentro no les dejarán cambiar nada :)

Fernando Blanco dijo...

Si es posible cambiar algo desde dentro o no en el fondo es secundario. A lo que voy es que no creo que mediante la abstención se pueda cambiar nada. Porque la abstención se ha reducido a un simple acto de conciencia en el mejor de los casos.

Yo lo planteo como una cuestión de empatía. La conciencia es algo privado, relativo únicamene el individuo y actuar en conciencia en si mismo no sirve de nada. La empatía sin embargo, afecta a la capacidad de unir a una serie de individuos entorno a un ideario más o menos común que no tiene porque ser 100% fiel a lo que dicta tu conciencia.

Aunque en conciencia debería abstenerme, me resulta muy difícil empatizar con un colectivo abstencionista que en su inmensa mayoría está ejerciendo un voto de castigo en forma de abstención, así que decido apoyar a aquel partido que me genera más empatía por ingenuas o irrealizables que sean sus propuestas. Porque si esa propuestas generan suficiente empatía cómo para generar una gran presión social, si estaríamos en situación de cambiar las cosas (nosotros, no los políticos).

En resumen que respeto y entiendo tu postura, porque ha sido la que yo he mantenido la mayor parte de mi vida. Pero en un momento dado me di cuenta de que ser fiel a tus principios y actuar en conciencia difícilmente lleva a cambiar nada. Que los verdaderos cambios e producen cuando dejamos nuestra conciencia un poco de lado y nos guiamos por la empatía, que no es más que el deseo de comprender y ser comprendidos.

Sergio Bleda dijo...

Entiendo lo que dices. Pero sigue sin convencerme.
Un abrazo y gracias por dialogar :)